Desde que
somos unos bebes estamos condicionados para conocer personas, es algo natural
en nosotros, sonreímos a quienes nos agradan y ponemos nuestra cara seria a
quienes no, cuando somos bebes todo es sencillo, lloramos con quien no nos agrada
y mama viene al rescate.
Pero a
medida que vamos creciendo vamos conociendo a más personas y nos vamos dando
cuenta que no todos son buenos, o por lo menos no son agradables, quien no
recuerda a ese niño o niña que nos molestaba en el cole, cuando no eres la
princesa del cole sabes lo que es sufrir jejeje, los demás no te tratan
bien, pero eso no importa eso te va haciendo
más fuerte y te va ayudando ver quiénes son realmente los demás.
Al llegar
al bachillerato conoces amigos con los que crees que pasaras el resto de tu
vida juntos, esto es aceptable, estas creciendo y crees que todo es color de
rosa, te enamoras, te desengañas y haces amistades con las que tal vez y solo
tal vez si tienes suerte perduraran.
Más adelante
en la universidad sigues conociendo personas y así sucesivamente, cuando llegas
a empleos nuevos vas conociendo y dejando buenos amigos. Unos los preservas a
otros no tanto. Pero aunque no les hables a todos, siempre los recuerdas.
Pero no
todas las personas que pasan por nuestra vida se convierten en amigos, existen
unos que simplemente no congenian contigo, no son tu estilo, no les caes bien o
a ti no te caen bien, también existen personas más oscuras que viven llenos de
maldad, que son personas que a mi opinión no se sienten bien consigo mismos y
necesitan constantemente hacerle daño a los demás.
De estos
últimos hay que cuidarse, porque cuando un ser de oscuridad de esto se te presenta,
solo viene a enseñarte algo, y de la peor manera posible, haciéndote daño. Pero
hay que recordar que de las malas
experiencias lo único que queda es el aprendizaje. A estas personas solo hay
que bloquearlas de nuestra vida, si así como si tuviésemos un botón de bloqueo
en el cerebro, no podemos dejar que sus comentarios y acciones afecten nuestra
vida. Y ojo hay que estar muy pendientes porque a veces vienen disfrazados de
amigos y son personas que solo les gusta ofender y dañar a los demás.
Estos siempre
usan frases típicas como; “Yo te digo esto porque te aprecio” o “tú eres mi
amigo por eso es que te digo la verdad”, los que usan estas frases son los más
peligrosos, porque son en los que tu confías y con los que te vuelves
vulnerable, depositas en ellos una confianza que no merecen y esa será su arma
para dañarte.
Así que
hay que estar atentos y no darle la opción de verte afectada, de no darles el
gusto de que sepan que ganaron, porque aunque tengamos mil problemas en la
mente siempre hay que tener una sonrisa para gente.